Cientos de personas descansan en la extensa llanura de 2.400 metros de arena y agua que es la playa de Valle Niza. Frecuentada poco, en su mayoría los bañistas se alojan en el camping o bien en las zonas residenciales que quedan a sus espaldas. También algún pescador planta la caña en Valle Niza. Un espacio abierto, en forma de ese serpenteante, poco tocado por la civilización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de agosto de 2007