El presidente de la ejecutiva del PNV, Josu Jon Imaz, aprovechó ayer el acto de celebración del 112º aniversario de la fundación de su partido para relanzar su idea sobre las bases del pacto con el Estado que traería consigo la normalización vasca: el respeto de las Cortes a un acuerdo interno "suficiente" que deberían alcanzar las fuerzas políticas vascas, y no sólo las nacionalistas, entre sí.
No es nada nuevo, porque ese planteamiento está contenido en el documento que hizo público el PNV en octubre de 2005, basado en los principios de no imponer (los nacionalistas dentro del País Vasco) y no impedir (los grandes partidos en las Cortes). El presidente del PNV lo puso en valor más recientemente, en el artículo en el que rebatió las pretensiones de convocar una consulta popular en el País Vasco sin que se cumplan esas dos premisas.
Lo significativo es que Imaz quisiera reiterar ayer esa línea directriz de la política actual del PNV en el acto conmemorativo de la fundación del partido, en el que echó mano de los líderes históricos del PNV y de su doctrina pactista, incluidos algunos manifiestos de la época de Xabier Arzalluz, en los que se defienden esas posturas. Ayer Arzalluz estuvo, sin embargo, en otro acto, el protagonizado en Mutriku, para celebrar la misma efemérides, por Joseba Egibar, cabeza visible del sector soberanista del PNV.
Mientras Imaz defendía en Bilbao esos postulados y realizaba una llamada a la unidad, la cohesión y el juego limpio internos, ante el proceso congresual ya abierto en el PNV, Egibar sostuvo en esa otra celebración que Euskadi no alcanzará la normalización mientras el Estado no reconozca su derecho a la autodeterminación.
Egibar anunció también que en los próximos meses se producirá "un desbordamiento democrático" en el País Vasco, propiciado por "iniciativas populares", que no precisó, pero que evocan la consulta que persigue realizar el Gobierno vasco.
Egibar evitó usar el término, pero señaló que esas "iniciativas" estarán basadas en decisiones adoptadas en las instituciones vascas y dijo que ya hay referencias en el pasado: "el proyecto aprobado en el Parlamento en 2004", es decir, el plan Ibarretxe.
Camino y patrón
Los dos actos y los dos discursos evidenciaron de nuevo las diferencias en el seno del PNV, ante cuya asamblea general de diciembre no se sabe todavía si habrá ponencia y candidato de consenso o documentos y listas alternativas.
Imaz llamó ayer a evitar personalismos que pueden perjudicar la fortaleza del PNV, en lo que puede interpretarse como una llamada a Egibar para que no plantee ahora, como hizo en 2003, una candidatura alternativa. Egibar no despejó las dudas: "Primero hay que trazar el camino y luego ver quién va de patrón", respondió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de agosto de 2007