El ministro de Sanidad, Bernat Soria, se mostró ayer partidario de prohibir en un futuro el tabaco en todos los bares y restaurantes. La norma aprobada por su antecesora, Elena Salgado, no iba tan lejos, y dejaba varias opciones para que se siguiera fumando en los lugares de ocio.
Preguntado acerca de si está a favor de restringir más esta ley, prohibiendo el consumo de tabaco en todos los locales de restauración, Bernat Soria ha asegurado que "hacen falta medidas más restrictivas" y que se tiene que "ir hacia ahí".
Soria dijo que la ley ha resultado muy útil ya que "ha disminuido sensiblemente el consumo" de tabaco [la venta ha caído un 3% en año y medio] y, sobre todo, el tabaquismo pasivo. Por eso, el ministro dijo que hay que "ser realistas", y que la prioridad inmediata del Gobierno será la de impulsar campañas de prevención e información, así como investigaciones sobre los efectos nocivos del tabaquismo.
Soria ha añadido que el Gobierno socialista ha demostrado una "gran valentía" al promover una ley como ésta, pese a que en algunas comunidades, como en la de Madrid, "el Gobierno autonómico no ha sido todo lo eficaz que tendría que haber sido en el cumplimiento de la ley".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de agosto de 2007