El incremento de la tasa de paro en Estados Unidos en el mes de julio, unido a la débil creación de empleo, ha provocado una nueva caída de los mercados de valores europeos, en los que los inversores mantienen un difícil equilibrio entre las expectativas internas y las externas.
El Ibex 35 perdió al cierre el 0,98% y queda otra vez por debajo del nivel de soporte de los 14.600 puntos, con lo que redondea "una semana de locos" en la que este índice ha subido y bajado en días alternos y con fuertes oscilaciones intermedias.
Para los analistas la situación apenas ha variado respecto del cierre de la semana anterior, ya que el Ibex 35 se encuentra todavía dentro de los márgenes habituales del amplio movimiento lateral que ya viene de antiguo.
Esta última sesión ha contado con el intento de Telefónica por desmarcarse del conjunto del mercado, algo que estuvo a punto de conseguir hasta el último minuto, pero que no fue posible por el impulso vendedor de esa fase de la jornada. Los valores bancarios volvieron a sufrir bajo la sospecha de verse afectados por la crisis inmobiliaria, bien la estadounidense, bien la que, supuestamente, está por llegar a este lado del Atlántico. Dos entidades financieras, Allianz y Commerzbank, hicieron pública ayer su exposición a los créditos hipotecarios de riesgo, con 1.700 millones y 1.200 millones de euros, respectivamente.
A pesar de todos esos referentes, los mercados europeos llevaban bien la sesión, pero la subida de la tasa de paro en Estados Unidos y, sobre todo, la creación de sólo 92.000 puestos de trabajo en julio, y la revisión a la baja de los datos de mayo y junio, junto con la fuerte caída de la actividad en el sector servicios hicieron que los inversores pensaran aquello de "apaga y vámonos", con el consiguiente desmantelamiento de posiciones en los últimos minutos de la jornada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de agosto de 2007