Según EL PAÍS, sólo un 3% de los abortos se practican en los hospitales públicos. La causa es la objeción de conciencia de los médicos. Al parecer, en los hospitales privados, mediante abono de su importe, se efectúan el 97% de los abortos. Un farmacéutico alegará objeción de conciencia para no vender preservativos, un militar invocará la patria que sólo él conoce para amenazar a las instituciones democráticas, un cura su fe para agitar a las masas contra el Gobierno, un juez sus simpatías políticas para condenar a 11 años de cárcel a un par de inocentes, un director de periódico pagará por construir mentiras y envenenar la vida pública a favor de su partido favorito, un concejal invocará su conciencia para rechazar la celebración de un matrimonio, un profesor y su fe se negarán a impartir una asignatura oficial, varios presidentes de comunidades omitirán aplicar las leyes del Estado porque no están de acuerdo con ellas, hasta algún taxista se negará a transportar a un cargo público de un Gobierno de izquierdas. La lista ocuparía varias páginas. Hay muchos ciudadanos españoles para quienes sus atávicas banderas, su religión y sus colores pasionales son más importantes que la ley y los valores democráticos. Y hay un partido, el PP, que les representa perfectamente. Ciertos intelectuales probeta olvidan estos detallitos cuando reparten sus maldiciones sobre los partidos políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de agosto de 2007