El enfado de Felipe Massa al final de la cronometrada de ayer era monumental. Su equipo había cometido un error garrafal, que impidió al brasileño realizar una vuelta rápida en condiciones en la segunda sesión de la crono, y que le obligará a salir desde la 14ª posición. Su carrera está arruinada antes de empezar, en un trazado complicado, sinuoso y en el que es muy difícil adelantar. Los técnicos de Ferrari fallaron en todos los aspectos: Kimi Raikkonen concluyó sólo cuarto y saldrá el domingo desde la segunda línea. Sus coches no estuvieron ni de lejos a la altura de los McLaren de Fernando Alonso y Lewis Hamilton.
"Lo que me ocurrió en la segunda tanda de la cronometrada ha sido muy frustrante", reconoció Massa. "Yo cometí un error en mi primer intento, pero luego, cuando cambié neumáticos, me dejaron ir sin haberme llenado el depósito. No tenía gasolina. Por eso tuve que pararme y esperar a que los mecánicos devolvieran mi coche al garaje", añadió el piloto brasileño.
Fue una falta tremenda porque el tiempo se les echó encima y cuando Massa pudo volver a la pista ya sólo tenía unos minutos para realizar un último intento. Pero entonces se encontró con que, tras tanto tiempo parado, los neumáticos de su bólido se habían enfriado y habían perdido presión. El coche se volvió ingobernable y el piloto fue absolutamente incapaz de alcanzar un tiempo que le permitiera meterse entre los 10 primeros. Su cronometrada acabó allí: 14ª posición.
"Hubo un malentendido entre el muro y el garaje", confesó Jean Todt, director de la escudería Ferrari. "Sabemos que tanto Raikkonen como, especialmente, Massa tendrán una carrera difícil. Pero lucharemos hasta donde podamos", añadió.
Raikkonen reconoció que el coche había arrastrado problemas de aerodinámica todo el fin de semana. "Pero en tandas largas ofrece un buen rendimiento y eso me permite tener confianza para la carrera", concluyó el finlandés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de agosto de 2007