Se ve a Chávez exultante, saludando a sus seguidores. Conduce un todoterreno de fabricación venezolana y de uso militar, un Tiuna. Y a su lado, con gafas de sol, un callado y observador Sean Penn, una estrella de Hollywood empeñada en conocer, de primera mano, la realidad de otros países con una relación algo espinosa para el Gobierno de Bush: Irak, Irán y ahora Venezuela, en plena "revolución bolivariana", como dice Chávez. Penn ha pasado seis días en Venezuela y no ha dado entrevistas. Sólo hizo un par de declaraciones, en Pueblo Encina, una aldea andina a 2.500 metros de altitud: "Esperaba encontrar una gran Venezuela y la he encontrado. He venido como periodista y estoy todavía digiriendo las cosas que he visto y aprendido en este viaje". Por su parte, Chávez dijo de su invitado que es "muy valiente" por sus críticas a la intervención en Irak, y que es "muy callado, aunque tiene fuego por dentro".
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de agosto de 2007