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Fernanda Rodríguez | Servicios públicos en precario

"La gente evita la tienda"

Barcelona
Los barceloneses han empezado a movilizarse contra el ruido y los malos olores que emiten los generadores. Los primeros días toleraron su presencia como mal menor para tener luz, pero tras varios días de aguantarlos, empiezan a hartarse. Un grupo de afectados ha contactado con un bufete de abogados especializado en la defensa de los consumidores para llevar a juicio tanto a Endesa como al municipio. Muchos se preguntan qué hace el Ayuntamiento. Los intentos de este diario por conocer las actuaciones municipales no han hallado respuesta desde el pasado viernes. En un principio se instalaron 144 generadores. Aún hay 122 trabajando en diversas calles barcelonesas. Los ciudadanos creen que no es de recibo pedir a alguien que aguante hasta febrero del año que viene con un generador bajo la ventana. También la Asociación Catalana contra la Contaminación Acústica ha anunciado su apoyo a las reclamaciones de los afectados. "Hemos de rechazar que el ruido o los malos olores sean inevitables", afirma un comunicado de la entidad, que exige medidas paliativas "al margen de su coste económico". Y señala que, de no adoptarse, "las personas perjudicadas tienen derecho a recibir las correspondientes indemnizaciones por los daños que sufren.

Fernanda Rodríguez, de 30 años, trabaja en una tienda de ropa en la calle de Castillejos. Enfrente hay un generador muy ruidoso. "Los Mossos vinieron el viernes pasado para medir el sonido. Les pregunté y me dijeron que había peores. No quiero ni imaginar cómo pueden ser peor que éste", dice. Asegura que los vecinos están muy hartos del ruido. También dice que deberían cubrir el cableado del generador porque hay personas que se han caído. "Encima, la gente no se para en el escaparate y evita la tienda", se queja.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de agosto de 2007