Fernanda Rodríguez, de 30 años, trabaja en una tienda de ropa en la calle de Castillejos. Enfrente hay un generador muy ruidoso. "Los Mossos vinieron el viernes pasado para medir el sonido. Les pregunté y me dijeron que había peores. No quiero ni imaginar cómo pueden ser peor que éste", dice. Asegura que los vecinos están muy hartos del ruido. También dice que deberían cubrir el cableado del generador porque hay personas que se han caído. "Encima, la gente no se para en el escaparate y evita la tienda", se queja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de agosto de 2007