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Plácido Ngua | Servicios públicos en precario

"Al final te acostumbras"

Barcelona
Los barceloneses han empezado a movilizarse contra el ruido y los malos olores que emiten los generadores. Los primeros días toleraron su presencia como mal menor para tener luz, pero tras varios días de aguantarlos, empiezan a hartarse. Un grupo de afectados ha contactado con un bufete de abogados especializado en la defensa de los consumidores para llevar a juicio tanto a Endesa como al municipio. Muchos se preguntan qué hace el Ayuntamiento. Los intentos de este diario por conocer las actuaciones municipales no han hallado respuesta desde el pasado viernes. En un principio se instalaron 144 generadores. Aún hay 122 trabajando en diversas calles barcelonesas. Los ciudadanos creen que no es de recibo pedir a alguien que aguante hasta febrero del año que viene con un generador bajo la ventana. También la Asociación Catalana contra la Contaminación Acústica ha anunciado su apoyo a las reclamaciones de los afectados. "Hemos de rechazar que el ruido o los malos olores sean inevitables", afirma un comunicado de la entidad, que exige medidas paliativas "al margen de su coste económico". Y señala que, de no adoptarse, "las personas perjudicadas tienen derecho a recibir las correspondientes indemnizaciones por los daños que sufren.

Plácido Ngua, dependiente de una óptica en el paseo de Maragall, asegura que debido al ruido más que nada se siente triste. "Los tres generadores molestan mucho, por eso mantengo la puerta del local cerrada. Al final termino con dolor de cabeza. Lo más sorprendente es la falta de previsión y más en verano". A pesar del malestar se muestra resignado frente a la situación y dice preferir la luz. "Después de seis días con apagones prefiero esto, al final te acostumbras".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de agosto de 2007