El primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, expulsó ayer del Gobierno polaco al ministro de Interior, Janusz Kaczmarek, tras acusarlo de filtrar información de un caso de corrupción. Los problemas en el Gobierno de unidad liderado por los hermanos Kaczynski, tras la pérdida de la mayoría en el Parlamento, pueden acabar en la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo otoño.
El primer ministro considera a Kaczmarek sospechoso de haber alertado al ex viceprimer ministro y ministro de Agricultura, Andrzej Lepper, de que estaba siendo investigado por la Oficina Central Anticorrupción (CBA). El destituido ministro del Interior no estaba afiliado al partido de los Kaczynski, pese a ser un hombre de su plena confianza, ya que había logrado gran popularidad en la persecución de la corrupción desde su cargo de fiscal general. El nuevo ministro del Interior será Wladyslaw Stasiak, hasta ahora presidente del Consejo de Seguridad Nacional.
"Lamentablemente, y lo digo con verdadera decepción, Kaczmarek está dentro del círculo de sospechosos de haber filtrado la información sobre la operación realizada por la CBA contra el ex viceprimer ministro Andrzej Lepper", dijo el primer ministro Kaczynski.
La destitución de Lepper, al que se le acusa de recibir sobornos para recalificar terrenos destinados a la explotación agrícola, provocó el pasado domingo la salida de su partido, Autodefensa, del Ejecutivo. Con el abandono de Autodefensa, la coalición formada por la formación conservadora Ley y Justicia (PiS), de los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski, y la ultracatólica Liga de las Familias Polacas se quedó en minoría en el Parlamento. "Personalmente, estoy a favor de convocar elecciones anticipadas", dijo el primer ministro. Los gemelos han intentado, sin éxito, que Autodefensa se desvincule de su líder Lepper y vuelva a la coalición gubernamental. El ex viceprimer ministro se considera inocente y ha acusado a los Kaczynski de emplear el juego sucio para eliminar a sus rivales políticos. Si Autodefensa no regresa a la coalición antes de la próxima sesión del Parlamento, prevista para el 22 de agosto, se podrían convocar elecciones para octubre o noviembre, dos años antes de lo previsto.
Los conflictos en el Gobierno están pasando factura al PiS en las encuestas. El último sondeo, publicado ayer por el instituto PBS, les sitúan a más de 10 puntos del principal partido opositor, el liberal Plataforma Cívica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de agosto de 2007