Un niño ruso de 12 años, hijo de unos inmigrantes indocumentados, se encuentra grave tras caerse accidentalmente desde una cuarta planta en Amiens (norte de Francia), cuando trataba de bajar por los balcones siguiendo a su padre, que intentaba eludir a la policía.
Según la fiscalía de Amiens, el niño está hospitalizado con lesiones cerebrales de importancia. Los hechos ocurrieron en esa ciudad cuando policías acompañados de un intérprete acudieron al domicilio de la familia, de origen checheno y en situación irregular en Francia, para citarla en comisaría.
Según la Red de Educación Sin Fronteras (RESF), asociación de defensa de indocumentados, la familia llegó a Francia en 2003 y su petición de asilo fue rechazada.
El primer ministro francés, François Fillon, prometió una investigación para esclarecer lo ocurrido, a la vez que manifestó "toda su compasión a los padres del muchacho". Si bien la política de inmigración aplicada por el Gobierno requiere "firmeza y un compromiso fuerte de todos los agentes del Estado", es "necesario", dijo, esclarecer las circunstancias de "este drama". El presidente Nicolas Sarkozy, que ha interrumpido sus vacaciones para asistir hoy en París al funeral del cardenal Jean-Marie Lustiger, se mantiene informado de la evolución del niño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de agosto de 2007