La secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, criticó ayer la decisión de la Audiencia Provincial de Jaén de dejar libre a un maltratador que quebrantó la orden de alejamiento de su pareja "con la justificación de que estaba siendo consentida la violencia por parte de la señora".
Esta sentencia alivia a Diego Julián A. B. de una condena de año y medio de prisión por quebrantamiento de condena, ya que, limitado por una orden de alejamiento de su esposa por malos tratos, en reiteradas ocasiones habló telefónicamente con la mujer y le mandó mensajes a su teléfono móvil. La Audiencia ha entendido que las conversaciones mantenidas eran "mutuamente aceptadas", por lo que estima que no existe infracción alguna.
Murillo calificó de "preocupante" que la Audiencia Provincial de Jaén haya "liberado a un maltratador que ha incumplido la orden de alejamiento. Esto es un delito según la Ley de Violencia de Género con la justificación de que estaba siendo consentida la violencia por parte de la señora".
"La orden de alejamiento implica que la violencia que se ha ejercido sobre una mujer se da como cierta" afirmó la secretaria, con lo que a las autoridades les "corresponde intervenir". "Ella puede quererlo, pero nuestra obligación es detener a ese hombre porque ha infringido la orden de alejamiento", recalcó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de agosto de 2007