El estreno en nuestro país, hace ya tres años, de La mejor juventud (2003), de Marco Tullio Giordana, vino a matizar las ideas recibidas sobre el frágil estado de salud de la cinematografía italiana. Octavo largometraje de Giordana, Cuando naces... ya no puedes esconderte es la historia de una toma de conciencia que bordea el delicado territorio del moralismo para terminar ampliando su alcance mediante un soberbio manejo de la ambigüedad y el claroscuro. Tiene algo de esos relatos con piratas, con La isla del tesoro como modelo canónico, que, a la postre, no son otra cosa que historias de iniciación, del tránsito de la ingenuidad a esa mirada adulta que ya jamás podrá librarse de la turbiedad.
CUANDO NACES... YA NO PUEDES ESCONDERTE
Dirección: Marco Tullio Giordana. Intérpretes: Alessio Boni, Michela Cescon, Rodolfo Corsato, Matteo Gadola. Género: drama. Italia-Reino Unido-Francia, 2005. Duración: 118 minutos.
Cuando naces... pertenece a esa extraña familia de películas que, en cuanto el crítico suspicaz arquea la ceja, optan por el desvío más necesario, inteligente e insospechado, con un modelo de discurso del que deberían aprender muchos presuntos apólogos de la mirada social embriagados de paternalismo y falsa poesía. Cuando Giordana logra convertir una canción de Eros Ramazzotti en un prodigio de lacerante elocuencia y hace de un simple bocadillo perfecto símbolo del imposible esperanto entre dos universos irreconciliables, la película toca el cielo de la excelencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de agosto de 2007