El Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga) suspendió ayer la inspección que tenía prevista para el Club Municipal de Hielo debido a deficiencias en las instalaciones. La torre de refrigeración del recinto fue la causante de un brote de legionela en la localidad que afectó a 18 personas y acabó con la vida de dos hombres, de 68 y 63 años.
En concejal de Deportes de la localidad, Francisco Artacho (IU), dijo que el Consistorio no examinará la obra porque no se han solventado aún algunas cuestiones, como las grietas de la piscina y el aparcamiento. También citó que no cuenta con el informe de impacto medioambiental, necesario sobre todo por los ruidos que generaban las instalaciones y que "molestaban a los vecinos".
En cuanto a la retirada de la concesión a la empresa gestora del recinto, Gecosol Wellness, filial de Construcciones Vera, Artacho aseguró que "significaría un pleito grande y conllevaría que las instalaciones estuvieran mucho tiempo sin abrirse". Este aspecto, sin embargo, está en manos de la asesoría jurídica del Ayuntamiento de Benalmádena.
El objetivo de la inspección del Club Municipal de Hielo, cuyo cierre decretó el Ayuntamiento el pasado 2 de julio, tras detectarse el brote, era determinar el estado en que se encuentra y si cumple con los requisitos exigidos para su reapertura.
La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar si hubo un delito de negligencia por parte de la concesionaria en el brote del pasado 29 de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 2007