En pleno boom de la aviación corporativa -es decir, de jets privados-, la Generalitat ha decidido construir en 2012 un nuevo aeropuerto para este tipo de vuelos. El objetivo es dar cobertura a aviones privados de pequeña dimensión antes de que El Prat no dé más de sí, según explicó ayer el director general de Puertos, Aeropuertos y Costas de la Generalitat, Oriol Balaguer, a Catalunya Ràdio.
Este proyecto se sumará a la nueva terminal corporativa que se está construyendo en El Prat en el marco de su gran proceso de ampliación. El año pasado, el aeropuerto de El Prat registró un total de 2.500 movimientos de vuelos de avionetas y reactores privados, tanto de particulares como de empresas, lo cual supone un aumento del 18% sobre el año anterior.
En este momento, El Prat está invirtiendo en una nueva terminal, pero Oriol Balaguer explica que, a medio plazo, los aeropuertos convencionales no podrán atender toda la demanda de vuelos de particulares y empresas privadas.
"La aviación corporativa y empresarial puede transportar 8, 10 o 15 pasajeros, mientras que un avión comercial convencional puede transportar 200 personas, por lo que habrá un fuerte aumento en la evolución de la demanda del número de slots [derechos de vuelo de aterrizaje y despegue]", indicó.
Municipios posibles
Balaguer aseguró: "Este nuevo aeropuerto obligará a pedir que una parte significativa de la aviación corporativa deje El Prat y se sitúe en otros aeropuertos".
El futuro aeropuerto tiene que estar "razonablemente cerca de Barcelona, bien conectado con la ciudad; esta es la primera premisa", y también debe tener terrenos disponibles.
A partir de 2008 se empezará a negociar con los ayuntamientos cercanos a Barcelona para decidir la ubicación de esta pista para vuelos privados y de empresas. Esta nueva infraestructura se incluye en el Plan de Aeropuertos que prepara el Departamento de Obras Públicas de la Generalitat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 2007