La presión inflacionista se modera en EE UU, lo que podría allanar el camino a la Reserva Federal (Fed) para que rebaje los tipos de interés, como le pide Wall Street para superar la actual crisis en el mercado de crédito. Los precios subieron en julio una décima, lo que permitió rebajar la tasa de inflación al 2,4%, tres décimas menos que en junio.
Estas cifras están en línea con lo que anticipaba el mercado. Y aunque los analistas creen que la inflación subyacente, la que excluye energía y alimentos frescos, sigue alta, en el 2,2%, apuntan que estaría en una zona que no plantea problemas al banco central para relajar su política monetaria. Por eso no se descarta que, en su reunión de septiembre, la Fed introduzca un cambio, para poner el riesgo inflacionista en un segundo plano. La moderación en la inflación se debe principalmente a la caída del 1% en el precio de la energía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 2007