Las tres últimas personas que permanecían hospitalizadas por el brote de legionela detectado en Benalmádena (Málaga) el pasado 29 de junio fueron dadas de alta entre ayer y el miércoles. Estaba ingresadas dos en hospitales de Málaga, Carlos Haya y Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, y una tercera persona permanecía en la clínica privada Xanit, en Benalmádena.
El brote causó la infección de 18 personas y la muerte de dos de ellas, un hombre de 63 y un ciudadano británico de 68 años que residía en el municipio con su mujer.
Aunque el brote se da por cerrado, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantiene la vigilancia epidemiológica que desarrolla durante todo el año para controlar la aparición de esta bacteria y que intensifica durante el periodo estival, según informó ayer Europa Press.
Los análisis han confirmado que el foco de la infección fue la torre de refrigeración del Club Municipal de Hielo de Arroyo de la Miel, en Benalmádena, que presentaba una acumulación elevada de la bacteria en sus aguas. Todos los afectados residían o pasaban habitualmente cerca de estas instalaciones.
El mismo viernes 29 de junio en que se detectaron los cuatro primeros casos de legionelosis, el alcalde de Benalmádena, Javier Carnero (PSOE), decretó el cierre de la torreta del recinto, que no constaba en el registro municipal. El lunes siguiente, clausuró por completo las instalaciones al constatar que no tenían licencia de apertura y que reunían "multitud de deficiencias".
La Fiscalía mantiene abierta una investigación a instancias de la Junta y de la asociación El Defensor del Paciente para determinar si la empresa gestora del club, Gecosol Wellnes (filial de Construcciones Vera) cometió un delito por negligencia en el brote. Al parecer, tenía conocimiento desde mayo de la presencia de la bacteria en la torre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de agosto de 2007