Respuesta 1. Parece un diseño aceptable, especialmente para cuestiones estructurales de gran alcance, como la planificación estratégica, las infraestructuras de comunicación, redes y transporte (puertos, aeropuertos, alta capacidad viaria), el suelo industrial, la organización económica... Todos los estudios realizados recomiendan organizaciones territoriales grandes, y en nuestra perspectiva siempre figuraron sistemas de refuerzo del eje de las Rías Baixas Vigo-Pontevedra-Vilagarcía, con sus respectivas áreas de influencia.
Respuesta 2. Queremos una organización territorial de amplias miras, capaz de impulsar el sur de Galicia como un gran motor económico del país. En principio, las competencias deberían centrarse en la realización de infraestructuras de hondo calado, capaces de atraer nuevas inversiones. Los fondos deberán atraerse desde la administración central con financiación específica, entre otros fondos estatales y europeos.
Respuesta 3. En el pasado, debido a la falta de voluntad de la Xunta, que nunca se preocupó de crear un sistema de organización territorial cercano a la realidad del país. Relacionado con esto está el contrapoder que ejercen las diputaciones, organismos territoriales desfasados que no sirven en la Galicia contemporánea. También es necesario citar una de las enfermedades que debemos superar: la miopía localista, capaz aún de generar titulares decimonónicos. Tenemos que mirar al futuro sin miedos atávicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de agosto de 2007