Almería es conocida por su sequedad y desertización, tener parques y espacios ajardinados es una ardua tarea, por lo que son más bien escasos, pero los almerienses suplimos esta escasez de espacios verdes con el exceso de políticos ineptos pertenecientes a todo el espectro político, sin excepción. El parque más emblemático de la ciudad es el parque Nicolás Salmerón, del que algunos políticos se jactan haber logrado que se convierta en el lugar de encuentro de los jóvenes para emborracharse en las cálidas noches de que disfrutamos todo el año, importándoles muy poco el derecho al descanso de los vecinos y el deterioro y suciedad que ha de soportar dicho parque.
Para paliar esta situación, ahora se les ha ocurrido trasladar este lugar de encuentro a las inmediaciones de otro parque, éste de más reciente creación, el de las Almadrabillas, en un espacio de unos mil metros cuadrados y junto al monumento, declarado de interés cultural y que ya ha sufrido dos incendios en los últimos años, conocido como el Cable Inglés (único de este tipo en el mundo).
Por favor, replanteemonos nuestros valores y seamos respetuosos con nuestros convecinos y con el medio ambiente aunque eso nos reste votos; a la larga haremos de España un país serio y no el lugar de destino de los vuelos baratos europeos para beber y comprar tabaco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de agosto de 2007