El preso F. F. M., de 27 años, continuaba ayer en paradero desconocido. Se le escapó el martes a una pareja de la Guardia Civil que lo trasladó desde Picassent hasta el Hospital General de Valencia para una asistencia después de que dijera haberse tragado varias pilas y una cuchilla. Antes de ser atendido pidió ir al servicio. Ese pretexto le sirvió para huir empujando a un agente y a un vigilante.
El fugado estaba en prisión cumpliendo una condena de tres años por robo con violencia. Y está pendiente un juicio en el que se le acusa también de robo con violencia y lesiones. Es de Valencia, escapó esposado y la Guardia Civil aún no había dado con él a última hora de ayer.
Instituciones Penitenciarias confirmó la identidad y los delitos por los que estaba ingresado en Picassent y que solicitó ser trasladado al hospital tras haberse tragado varias pilas y una cuchilla. En apariencia, presentaba un fuerte dolor abdominal que justificó el traslado, que se realizó por una pareja de agentes de la Guardia Civil en un furgón a media tarde del martes. La Guardia Civil, por su parte, explicó ayer que la fuga se produjo después de que nada más entrar en el hospital solicitara ir al servicio y quedarse bajo la vigilancia de un solo agente.
El preso empujó al agente e hizo lo mismo con el vigilante de seguridad que trató de abortar su escapada. El interno salió a la calle y a pocos metros de la entrada del hospital obligó a un joven a abandonar su coche en marcha, con el que escapó. La policía vigila el entorno familiar, aunque sospecha que la fuga no fue espontánea sino preparada con alguien que pudo esperarle en algún punto de Valencia.
En 2004 se produjo otra fuga desde este mismo hospital. Entonces se trataba de un peligroso delincuente de la Europa del Este que huyó ayudado por dos cómplices.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de agosto de 2007