Unos 8.000 afectados por el terremoto que asoló la costa central de Perú hace una semana han iniciado las labores de limpieza de las calles de Pisco, Ica y Chincha, las tres ciudades más golpeadas.
En Pisco, donde el 85% del centro de la ciudad ha quedado destruido, 4.000 personas, en su mayoría jóvenes, han sido contratadas por el programa Construyendo Perú, del Ministerio de Trabajo, para retirar el polvo y piedras que cubren las calles. De esta forma, podrán conseguir los primeros ingresos tras la tragedia.
Otros 2.000 trabajan en la ciudad de Ica, que resultó menos afectada, y 2.000 más en Chincha, que sufrió graves daños, aunque sin alcanzar el grado de Pisco.
Ataviados con una camiseta roja de Construyendo Perú y casco blanco, varios cientos de estos jóvenes acudieron ayer a la Plaza de Armas de Pisco para asistir a un acto de izada de la bandera en recuerdo de los muertos en el terremoto, que encabezó el presidente, Alan García.
Con palas y escobas impolutas y carretillas sin estrenar, después de que García izase la bandera de Perú frente a la estatua del libertador San Martín, le escucharon comprometerse a "restituir a esta ciudad condiciones mejores".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de agosto de 2007