Las termas de la ciudad romana de Allon, recientemente descubiertas en La Vila Joiosa, contaron con la colaboración del fabricante Luicius Herennius Optatus, quien en el siglo I exportaba desde Italia y, siguiendo la línea del litoral mediterráneo hasta esta ciudad, trajo el material necesario para su construcción. El equipo de arqueologos de La Vila, que dio recientemente con el hallazgo de la ciudad romana de Allon, anunció ayer este nuevo descubrimiento, después de analizar tres toneladas y media de materiales procedentes del derrumbe del tejado.
La aparición de una inscripción en una de ellas ha permitido asociar la construcción con este fabricante, y lo que es más importante, confirmar la exportación de materiales "de zonas tan alejadas", comentó Antonio Espinosa, director de la investigación. Según sus estudios, el complejo contaba con sillares, estancias como piscinas de agua fría y caliente, canalizaciones de los sistemas de calefacción y desagüe, y las estancias de los esclavos cuyo trabajo permitía el funcionamiento de estas dependencias. Los datos obtenidos permitirán en un futuro reconstruir los tejados, en los que grandes bóvedas huecas remitían que circulara el aire caliente y las hacia más ligeras, según explicó ayer Espinosa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de agosto de 2007