Los mercados empezaron la jornada con fuerza. Los importantes repuntes de Nueva York al cierre el pasado miércoles supusieron una inyección de optimismo, superando la declaración del Banco Central Europeo en la que mostraba su intención de subir tipos en su próxima reunión de septiembre. Pero conforme fueron pasando las horas, el impulso inicial perdió fuerza y las ganancias acumuladas al comienzo se fueron disipando. Y es que la confianza no ha vuelto a unos inversores, todavía pendientes de conocer las dimensiones de la crisis financiera.
El Ibex 35 abrió con un aumento superior al medio punto y lo mantuvo durante buena parte de la sesión. Pero conforme se acercaba el final perdió fuelle, y acabó cerrando en 14.292,5 puntos al dejarse el 0,46%. Con lo que acompañaba así a Nueva York, que a las dos horas de abrir la sesión se apuntó a las pérdidas pese a haber abierto al alza.
El índice selectivo se vio lastrado por las caídas del sector financiero. Ni uno solo de los títulos de los bancos que cotizan en el Ibex ganó terreno. Y a ellos se sumaron ayer las constructoras, que tan buena evolución habían tenido días atrás. Ferrovial perdió algo más del 3% de su valor, tras tres días de subidas consecutivas. Sólo FCC cerró en verde.
El resto de índices españoles siguió la tendencia marcada por el selectivo, si bien a menor ritmo. El Ibex Small Caps, de hecho, casi ni se movió, al perder únicamente un 0,08%.
La jornada volvió a demostrar la debilidad de la renta variable española esta semana, en comparación con la del resto del continente. El empuje inicial mostrado por las grandes plazas europeas superó a la española, y cuando comenzaron a perder fuerza, no lo hicieron tanto como para acabar la jornada en pérdidas. La mayoría de los grandes índices europeos acabó subiendo, con Francfort a la cabeza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de agosto de 2007