Pertenezco a un reducido grupo de privilegiados que ha podido escuchar al grupo Axivil, con el cantaor Pedro Sanz, en el Festival de Música Antigua de Sajazarra. No puedo entender cómo esa maravilla ha podido prohibirse en Jaca. Integración cultural, recuperación histórica, calidad interpretativa, musicalidad por todos sus costados y otras excelentes cualidades hacen que sea un verdadero disfrute.
No se lo pierdan, si tienen ocasión. Y al señor obispo de Jaca le ruego que abra su mente y no actúe de forma rancia, anacrónica y excluyente. Tienda puentes, no barreras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de agosto de 2007