La primera jornada de la operación retorno se desarrolló ayer con relativa normalidad en las carreteras catalanas. Dos incidentes -el incendio de un autocar y un choque frontal entre dos vehículos, en el que murió una pasajera- provocaron retenciones de varios kilómetros.
A las 9.00 horas, un autocar con dos pasajeros a bordo comenzó a arder en un área de descanso junto a la AP-7, a la altura de La Roca del Vallès. Las tareas de extinción del fuego, que no provocó heridos, obligaron a cortar un carril de la autopista para permitir el paso de los Bomberos. Las retenciones se prolongaron durante ocho kilómetros en sentido Girona, según informó el Servicio Catalán de Tráfico.
La circulación fue, por lo general, fluida. Las únicas colas puntuales se concentraron en la AP-7, especialmente en Girona -de hasta 15 kilómetros en algunos momentos- y en La Jonquera, en la frontera francesa. También hubo circulación lenta y con paradas en algunos tramos de la autopista con destino a Tarragona.
Por la tarde, la principal incidencia se registró en la N-340 a la altura de Sant Cugat Sesgarrigues, que tuvo que permanecer cortada al tráfico, en ambos sentidos de la marcha, durante más de una hora. El motivo fue un choque frontal entre dos vehículos. En el siniestro falleció la pasajera del asiento de delante de uno de los turismos, que volcó. Se trata de mujer de 52 años. También resultó herido grave el conductor del mismo coche, de 50, que fue trasladado al Hospital de Bellvitge.
Según Tráfico, entre el viernes y hoy -primera fase de la operación retorno- se registrarán unos 350.000 desplazamientos. El Gobierno catalán espera que el regreso de las vacaciones de verano sea "escalonado" y se prolongue hasta el próximo domingo 2 de septiembre. Tráfico ha habilitado carriles adicionales en los puntos más conflictivos de la AP-7, la C-31 y la C-65.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de agosto de 2007