Una juez no le ha dado la razón a François Hollande, primer secretario del PS francés, que pidió el martes que retirasen de circulación los 800.000 ejemplares del semanario Closer en los que aparece junto a su nueva compañera, Valérie Trierweiler, periodista del semanario Paris-Match. La sentencia no toma en consideración la demanda de Hollande (que se acaba de separar de Ségolène Royal) porque su romance no es secreto y porque las imágenes fueron tomadas en una playa pública de Tánger. En cambio, sí ordena indemnizarla a ella con 15.000 euros, pues su imagen, asociada a la de Hollande, nunca había sido revelada y ella no es un personaje público ni su trabajo comporta el tener que ser identificada físicamente por los lectores.
Closer es una publicación especializada en lo que podríamos llamar información basura, consagrada al mundillo de los famosos. El tribunal de Nanterre exige que la sentencia sea reproducida en la portada del próximo número de la revista. Para el director de Closer, la sentencia es sorprendente dado "el carácter no degradante" de la información. Y anuncia que seguirá "lo que publiquen otros medios sobre la vida privada de los políticos", insinuando que se siente víctima de un trato discriminatorio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2007