Más de 40.000 personas participaron ayer en el lanzamiento de cerca de 150.000 kilos de tomates. Turistas de diferentes países se congregaron en la fiesta declarada de Interés Turístico Nacional y que se celebra en Buñol el último miércoles de agosto desde 1945 en las fiestas en honor de San Luis Bertrán y a la Virgen de los Desemparados: la Tomatina.
Cinco camiones se encargaron de transportar y descargar los tomates que el Ayuntamiento compra a la cooperativa de Medicitrius de Xilxes. Un cohete a las 11 de la mañana sirvió de pistoletazo de salida para el lanzamiento y otro marcó el final al mediodía. Una hora de batalla de tomates en la que las calles y los participantes acabaron embadurnados de rojo. Muchos de ellos acudieron a bañarse al río, como ya es costumbre, y otros se limpiaron en las 500 duchas habilitadas para la ocasión. Además, un dispositivo de seguridad y sanitario procuró que la celebración transcurriera sin incidentes. Los problemas que se registran normalmente están relacionados con la irritación de ojos a causa del ácido del tomate o los desmayos por el calor.
Tras la Tomatina, el Ayuntamiento puso en marcha el operativo de limpieza para devolver a las calles su aspecto habitual hasta la próxima edición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de agosto de 2007