El alcalde de Vinaròs, el socialista Jordi Romeu, reveló ayer que la Consejería de Medio Ambiente resolvió en "tan sólo 24 horas" atender la solicitud de la empresa Escal UGS, y rechazó que fuera necesario un estudio de impacto ambiental para los trámites del depósito submarino de gas y la planta regasificadora en tierra que la compañía pretende instalar en el término municipal de Vinaròs, colindante con el municipio catalán de Alcanar. Romeu señaló que la promotora solicitó un informe al respecto el pasado 10 de julio y que obtuvo respuesta inmediata con fecha 11 de julio del jefe del servicio territorial de la consejería valenciana.
Romeu recordó "la clara posición del PP de Vinaròs en contra del proyecto", que además de votar la moción unánime en la Junta de Portavoces llegó "incluso a verter acusaciones de falta de transparencia y de desidia contra el equipo de gobierno municipal" socialista, al tiempo que "desde la Generalitat se daban pasos a favor de Escal". Hoy está prevista una marcha desde Alcanar -municipio que también rechaza la instalación del depósito de gas- hasta la finca donde se ubicaría el llamado proyecto Castor.
Este "ruido", según Romeu, se produce en paralelo a la petición hecha por el portavoz de Industria del Grupo Popular en el Congreso, Fernando Castelló, para que comparezca el ministro de Industria, el catalán Joan Clos. Clos ya se había ofrecido voluntariamente a comparecer en la Cámara baja. El diputado popular calificó "la actuación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de sospechosa y de falta de transparencia", lo cual, en su opinión, "ha originado gran preocupación en los municipios de Alcanar y Vinaròs".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de septiembre de 2007