La cara de Ander Mugika Andonegui, de 25 años, es quizás la más conocida de los cuatro detenidos. Su rostro luce junto a otros seis terroristas en los 45.000 carteles de "se busca" recientemente distribuidos por toda España. La huella de este etarra, natural de San Sebastián, estaba en un folio hallado en el coche portugués abandonado el 21 de junio por varios etarras en Ayamonte (Huelva), con 130 kilos de explosivos y otros efectos.
El joven huyó rumbo a Sevilla y, cuando intentaba regresar a Francia, volvió a escapar en Torreblanca (Castellón) el 19 de julio al encontrarse un control policial. Los investigadores creen que podía estar haciendo de mensajero, entregando bombas y material preparado por Iruretagoyena a otros comandos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de septiembre de 2007