Al menos seis personas han muerto en la ciudad de Acapulco, en el Pacífico mexicano, debido a los aludes de barro provocados por el paso de la tormenta tropical Henriette, que ha descargado importantes lluvias en esta región turística. Tres de los fallecidos, una adolescente y sus dos hermanos, murieron al ser sepultados por los lodos desprendidos de una colina en uno de los barrios pobres de Acapulco. Las autoridades alertaron a la población desde Punta San Telmo hasta el cabo Corrientes ante la llegada de la tormenta, que ha provocado vientos de hasta 100 kilómetros por hora.
Está previsto que Henriette se convierta en huracán hoy, pero los meteorólogos creen que su trayectoria no tocará tierra hasta el jueves, cuando podría llegar a la península de Baja California.
Mientras tanto, un terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter con epicentro en el golfo de California sacudió ayer el noroeste de México y causó pánico entre la población. Anoche todavía no se había informado de daños materiales ni personales.
El Servicio Sismológico Nacional explicó que el temblor tuvo lugar a las 14.14 hora local (21.14 en la España peninsular) a unos 100 kilómetros de Los Mochis, en el estado noroccidental de Sinaloa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de septiembre de 2007