Para los creadores de la serie Rambam fue una feliz coincidencia que el único hospital que aceptó acoger su rodaje tomara su nombre del rabino Moshé Ben Maimon (Rambam o Maimónides), un médico judío nacido en Córdoba en la Edad Media. "Aquí aplicamos su máxima: la prevención es el mejor tratamiento", cuenta la directora adjunta, Yaffa Peres.
La Casa Sefarad subvenciona el 15% del docudrama, el ministerio de Turismo israelí ha pagado sendas estancias en Eilat y el mar Muerto, pero el grueso de la financiación -el coste total es de unos 600.000 euros- corresponde a la productora Tesauro, propiedad de Hervé Hachuel.
El Rambam, puntero en especialidades como traumatología, queda en Haifa, al norte de Israel. La gran ciudad israelí con más habitantes árabes (el 9% de los vecinos) es citada a menudo como ejemplo de convivencia. "Haifa es una isla de calma", asegura Peres, y "el hospital un microcosmos" de 800 médicos, 1.200 enfermeras y 1.500 consultas diarias, "donde el tratamiento es idéntico para todos".
El centro sanitario, acostumbrado a tratar a soldados heridos en la primera guerra de Líbano (1982- 2000), durante la segunda, el verano pasado, fue objetivo de los misiles lanzados por la guerrilla libanesa Hezbolá. Médicos y pacientes se trasladaron a refugios subterráneos. La normalidad en Israel se trastoca en cualquier momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de septiembre de 2007