Un equipo de agentes de policía y Guardia Civil españoles recaba información en Francia sobre los cuatro etarras detenidos en una casa de Cahors (sur de Francia) el sábado, y su posible relación directa con el atentado del 30 de diciembre contra el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas en el que murieron dos personas. Los agentes investigan por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien lleva el caso. Los cuatro etarras detenidos fueron trasladados ayer a París, donde serán puestos a disposición judicial el próximo miércoles.
Uno de ellos se había presentado como trabajador de la empresa de neumáticos Michelín cuando alquiló la casa, de 100 metros cuadrados, en un barrio residencial de Cahors, según declaró el propietario de la vivienda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de septiembre de 2007