"Te voy a matar, te voy a romper los brazos y voy a pagar a un albanés para que venga a matarte". La noche del 1 de junio pasado, una mujer rumana residente en La Pobla de Vallbona, recibió una paliza de su compañero sentimental y amenazas varias. La policía local la llevó al centro de salud, donde fue atendida. La Guardia Civil la llevó al centro de la Mujer y abrió atestado de la denuncia. La mujer relató que cada dos o tres días él la golpeaba, "siempre en el estómago para que la gente no lo vea". Le había denunciado en 2006. Pero él le prometió cambiar, ella le creyó y retiró la denuncia. Un año después, el 2 de junio, estaba dispuesta a romper definitivamente esa relación, confesó a la Guardia Civil que creía capaz a su pareja de matarla, que le tenía miedo.
El pasado lunes se celebró el juicio en el Juzgado de Lo Penal número nueve de Valencia. El fiscal pedía para el supuesto autor de los hechos un año de cárcel por lesiones, un año más por amenazas, prohibición de aproximarse a ella a menos de 200 metros durante tres años y una compensación económica. Ella se negó a declarar contra él. Ella es la única testigo directa de la que se dispone en la causa. El juez se vio obligado a absolver. Y el fiscal dejó constancia de que la justicia había hecho lo posible por proteger a la víctima pero ella no se dejaba al no declarar en el juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 2007