Cansado de la "falta de libertad, democracia e independencia" del sindicato al que pertenecía, la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), el presidente de la junta de personal de los servicios periféricos de la Xunta en Lugo, Pablo Núñez González, presentó su dimisión con carácter irrevocable. Meses después de su elección, que se produjo en febrero, Núñez deja el cargo ante la imposibilidad, dijo, de defender a sus compañeros. "No tengo libertad, por lo tanto no tiene sentido que siga en este proyecto", declaró.
Según el sindicalista, que también causó baja en la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios, no le permitieron proponer mejoras para el colectivo. También le impidieron apoyar ideas de otras organizaciones que, aseguró, "eran factibles".
El nuevo presidente se elegirá en el próximo pleno (se celebran los últimos viernes de cada mes), aunque Núñez querría que se repitiera el proceso electoral, ya que, afirmó, "hay compañeros que ven que puede haber una adulteración en las pasadas elecciones por falta de libertad en una de las organizaciones sindicales". CSI-CSIF fue la central más votada en el último proceso y relegó a la Confederación Intersindical Galega (CIG) a la segunda posición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 2007