Al llegar al cruce de Alcalá con Jorge Juan, ¡sorpresa!, un coche aparcado en la esquina, que impide ver a los vehículos que suben. Me fijo en el suelo: hasta la misma esquina, el Ayuntamiento ha pintado una línea azul para que los coches puedan aparcar. ¿Por qué el Ayuntamiento incumple esa norma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 2007