Posiblemente, el cine español produzca un porcentaje más alto de películas de calidad que el norteamericano. El problema es que el mercado está en manos de grandes productoras y distribuidoras norteamericanas que dedican enormes recursos económicos a promocionar la última porquería que venga de EE UU. Eduardin.
Nuestro cine está en la cúspide no sólo por hacer películas de categoría, sino por sus profesionales: directores, actores, maquilladores, iluminación... Gavilani.
Viendo el ranking de taquilla, descubro que lo que está sobrevalorado es el norteamericano. Pan-cho.
Muchos largometrajes de cine español pasan sin pena ni gloria porque no se promocionaron debidamente. Rafael Gijón.
El propio mundo del cine español viene retratándose año tras año en ese cutre y casposo sucedáneo de la ceremonia de los Oscar que es la gala de los Goya. Y no estoy de acuerdo en que no esté bien promocionado. ¿Acaso no se promociona divinamente el cine de Medem? ¿Y Almodóvar? ¿Alguien le va a enseñar algo de promoción a estas alturas? Por no hablar de Mar adentro, de Amenábar, que se promocionó hasta en la sopa: telediarios, suplementos culturales, periódicos, radio... Era sacrilegio no ir a verla. Romario.
Recomiendo La vida secreta de las palabras. Hay mucho talento en nuestro cine. Y valor. Gente atrevida que lucha contra una sociedad llena de prejuicios. Sabu.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 2007