'Grandes plátanos' de Van Gogh / REUTERS
Los trapos de Van Gogh
Cualquier superficie es buena cuando se tiene inspiración para pintar, y Vincent van Gogh, el prolífico y atormentado artista holandés, hizo suya como nadie dicha máxima. En 1889 y 1890, los últimos años de su vida, llegó a crear un cuadro diario. Y cuando las remesas de lienzos enviados por su hermano Theo se retrasaban, aprovechó manteles, e incluso trapos de cocina, para plasmar trigales, flores y jardines.