La policía turca evitó un posible atentado al descubrir ayer en Ankara un vehículo cargado con 300 kilos de explosivos, justo cuando se cumplen seis años de los ataques del 11 de septiembre en EE UU. La policía investiga ahora el origen de los 300 kilos de TNT y nitrato de sodio encontrados en el interior de un minibús estacionado en un aparcamiento de un céntrico barrio de la capital, y no se descarta la implicación de la red terrorista Al Qaeda.
"La investigación continúa en todas las direcciones", aseguró ayer el gobernador de Ankara, Kemal Önal, quien también felicitó a las fuerzas de seguridad que detectaron los explosivos, por "haber salvado [a la ciudad] de una gran tragedia".
El gobernador capitalino explicó que, desde el lunes, se habían intensificado los controles y que continuarán durante el 11 de septiembre (6º aniversario de los atentados de Nueva York y Washington) y el 12 de septiembre (27º aniversario del golpe de Estado militar de 1980, que causó una fuerte represión en todo el país).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de septiembre de 2007