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La OTAN quiere implicarse más en la lucha contra el opio afgano

La OTAN se plantea ampliar su participación en la lucha contra la producción de opio en Afganistán, que este año ha alcanzado cifras récord. "Se ha producido un incremento espectacular en la producción y se está hablando de qué hacer", anunció ayer el general Dan McNeill, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). Aunque para la Alianza es "un problema alarmante", el general descarta que sus soldados vayan a implicarse directamente en la destrucción de las cosechas.

El mandato de la ONU a ISAF incluye operaciones de espionaje y apoyo a los responsables afganos, pero no la erradicación de las cosechas. Que el narcotráfico haya dado alas a los talibanes y se haya convertido en una fuerza desestabilizadora y corruptora de Afganistán ha llevado a la Alianza a estudiar un mayor activismo (destrucción de laboratorios, ataque a transportes). "Ni puedo ni quiero dedicarme a la erradicación, no tengo gente, ni medios, ni estamos preparados, pero debemos considerar si hay que hacer ajustes en el mandato", manifestó el jefe de ISAF.

Ese reajuste no es el único que la comunidad internacional debe hacer. Daan Everts, embajador aliado en Kabul, pidió ayer a la UE "una más y mejor respuesta" ante el desafío afgano y un "decidido esfuerzo en la crucial misión de formar a una policía que es incompetente y corrupta".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2007