El dirigente nacionalista vasco más odiado por ETA y que más ha sintonizado con el Gobierno central para desarrollar la estrategia antiterrorista sobresaltó ayer la política en Euskadi y en el resto de España al anunciar por carta que se retiraba de la pugna por la dirección de su partido y que abandonaba la actividad pública. La noticia de la marcha de Josu Jon Imaz, presidente del PNV, causó perplejidad y preocupación en el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y en el líder del PP, Mariano Rajoy. Imaz asumió que su liderazgo está cuestionado, y justificó su decisión en la necesidad de evitar una escisión.
MÁS INFORMACIÓN
El principal puente de diálogo entre el Gobierno central y Euskadi cayó ayer tras semanas de tensión. El abandono de Imaz se produce dos días después de que su partido anunciase un acuerdo entre los dos bandos sobre la ponencia de estrategia. Su máximo oponente, Joseba Egibar, también podría dejar su puesto en la dirección, según sectores del partido.
En la ponencia pactada, suscrita también por Imaz, se defendía la necesidad de consensos con todos los partidos de Euskadi y con el Estado para garantizar el derecho de los vascos a decidir su futuro. Pero se apostaba por una consulta popular si alguien bloqueaba el proceso. En su carta, Imaz apuesta por modernizar el PNV. Para ello se necesitan "liderazgos no cuestionados y partidos unidos y sólidos", afirma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2007