En viaje organizado, y no precisamente de turismo, sino a estudiar y meditar, ha llegado Madonna a Tel Aviv. La reina del pop, varios de sus amiguetes famosos y otros 3.000 seguidores de la Cábala, una antiquísima tradición mística judía, vienen en un "tour de energía cabalística" de 10 días. Aterrizaban para recibir el año nuevo judío, "un momento que permite reconectarse a la perfección del alma", según el Centro de la Cábala. El año 5768 empezó a las 18.29, al anochecer.
A Madonna le acompañan su marido, Guy Richie, la actriz Demi Moore y su esposo, Aston Kuchner, y la diseñadora Donna Karan. La cantante que escandalizó a muchos con Like a Virgen sigue hace una década esta ecléctica mezcla de judaísmo ortodoxo y pensamiento positivo que busca sentirse bien con uno mismo. Cuentan que se hace llamar Esther -nombre judío-, que ya no da conciertos los viernes por la noche para guardar el shabath.
El grupo estará aquí hasta el 22, Yom Kipur, el día en el que los judíos se centran en lo espiritual -ayunan, no se lavan ni mantienen relaciones sexuales- para expiar sus pecados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2007