La compañía Ucranian Mediterranean Airlines (UM Air), operadora del avión Yak-42 en el que perecieron 62 militares españoles en mayo de 2003, ha suspendido todos sus vuelos después de que las autoridades ucranianas de aviación civil le hayan retirado la correspondiente licencia por razones de seguridad. "No hay vuelos por ahora", dijo un portavoz del Ministerio de Transportes de Ucrania a Reuters. La compañía no hizo comentarios.
La suspensión de los vuelos de UM Air -que operaba en una quincena de países de la ex Unión Soviética, Asia Central, Oriente Medio y Norte de África, especialmente, y llegó a transportar a más de 200.000 pasajeros al año- se produjo sólo un día después de que la UE le prohibiese volar en su territorio. El pasado día 11, la Comisión Europea actualizó por quinta vez la lista negra de compañías aéreas que no cumplen los requisitos mínimos de seguridad para incluir a la iraní Mahan Air y a la ucraniana UM Air. Esta lista, que impide a las compañías incluidas en la misma operar en los 27 países de la UE, fue actualizada hace sólo dos meses y no estaba prevista su revisión hasta noviembre, lo que demuestra que "se trata de un instrumento vivo", según el comisario europeo de Transporte, Jacques Barrot.
Se da la circunstancia de que Ucrania es el único país europeo que tiene compañías aéreas en la lista negra. Los demás países son Sierra Leona, Guinea Ecuatorial, Liberia, Indonesia, Kirguizistán, Suazilandia y la República Democrática de Congo (RDC). Pese a ello, cuando se produjo el accidente del Yak-42, el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, aseguró que la aviación ucraniana era comparable en seguridad a las mejores del mundo.
UM Air ha sido condenada por un juzgado de Zaragoza a indemnizar solidariamente -junto a la aseguradora Bussin y al broker Chapman- a las familias de las víctimas con casi diez millones de euros. No obstante, esta sentencia está pendiente de revisión por la Audiencia Provincial y el presidente del tribunal ha amagado con anularla por defecto de forma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2007