"La lengua materna es un tesoro que los niños heredan de los padres y hay que darle el respeto que le corresponde", reza un dicho rumano. Ayer, 18 niños de entre tres y 13 años, hijos de rumanos afincados en Alicante, iniciaron un curso de lengua y cultura proyectado para evitar "que olviden sus raíces", explicó Marioara Marc, una de las profesoras. El curso, que se prolongará cada sábado durante el periodo escolar, trata de evitar que los niños, en muchos casos nacidos en España, pierdan las referencias culturales de las que proceden. "Como tampoco tienen a sus abuelos, vamos a serlo nosotras", bromeó Diana Almasi, estudiante rumana y profesora del curso.
La iniciativa, impulsada por la Asociación de Amigos de Rumanía, está financiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores rumano y cuenta con la colaboración de la Universidad de Alicante. La embajadora de Rumanía en España, María Ligor, participó en la inauguración y explicó que en otoño se iniciará un proyecto piloto para impartir clases de rumano en colegios de Madrid, Castilla-La Mancha y Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de septiembre de 2007