Una política común en inmigración resulta imprescindible. Las últimas noticias sobre el envejecimiento en Europa han puesto sobre el tapete la necesidad de contar con trabajadores extranjeros, cualificados y no cualificados, que ocupen aquellas tareas que los europeos no quieren acometer o para las que los europeos ya son escasos. Pero soy pesimista en relación a que se consiga una política común, dada la existencia de países reacios a comprometerse con los problemas de otros miembros de la UE. Ihering.
La UE es peor que una jaula de grillos: abundan los sentimientos nacionalistas. Vicen Rico.
Si lo que se pretende es intentar solucionar el problema y no pasarse la pelota de unos países a otros, urge adoptar las siguientes medidas: unificar los requisitos para obtener los permisos de residencia y de trabajo en cualquier país de la Unión, homologar las causas y supuestos de expulsión del territorio europeo, coordinar y cruzar los datos de las oficinas aduaneras y de extranjería de lo Estados miembros... La última noticia, la deportación de 25.000 inmigrantes propuesta por Sarkozy, es mejor no haberla oído. La palabra, horrible palabra, "deportación" remite a tiempos pasados. Romario.
Urge una política que salvaguarde los valores que definen a Europa contra actitudes como la de Gordon Brown, que quiere anteponer la contratación de británicos a los extranjeros, aunque estos últimos sean mejores profesionales. Pan-cho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de septiembre de 2007