Las especulaciones sobre de la herencia de Luciano Pavarotti dieron ayer un nuevo giro al conocerse el contenido de las últimas voluntades firmadas por el tenor un mes antes de morir. En el lecho de muerte, Pavarotti decidió modificar su testamento y destinar sus posesiones en EE UU únicamente a la segunda mujer, Nicoletta Mantovani, perjudicando a las tres hijas que tuvo de su primer matrimonio. Fabrizio Corsini, abogado de las tres hijas, anunció ayer que impugnará el testamento.
Tres pisos en el lujoso edificio Hampshire House, junto a Central Park, en Nueva York (el más grande, de 150 metros cuadrados, perteneció antes a Sofía Loren); títulos en Bolsa, cuentas de ahorro y obras de arte. Bienes estadounidenses por un total de 15 millones de euros tendrán una sola beneficiaria: Nicoletta Mantovani.
En la primera versión de su testamento, redactado el 13 de junio pasado, Luciano Pavarotti establecía que la mitad de sus bienes irían a Nicoletta, mientras la otra mitad sería para sus cuatro hijas: Cristina, Lorenza, Giuliana (nacidas de su matrimonio con Adua Veroni) y Alice, de 4 años (hija de Nicoletta). Sin embargo, el último cambio del 29 de julio modifica sensiblemente las cosas. Y es que Pavarotti creó un trust en el que colocó como administradora única a Nicoletta y se olvidó de sus hijas mayores.
"Es una noticia que nos sorprende", ha declarado a La Repubblica Fabrizio Corsini, abogado de las tres hijas del cantante. "Vamos a verificar los datos y la fecha de creación del trust. Pediremos que se haga una estimación de todo el patrimonio de Pavarotti, también de sus propiedades en Estados Unidos", anunció el abogado.
¿Por qué Pavarotti, que murió rodeado de sus hijas, decidió privarlas de parte de su fortuna? ¿Por qué Nicoletta voló a Nueva York pocos días después de la muerte del marido? A partir de estas preguntas, los abogados montarán su batalla legal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de septiembre de 2007