Cayetano Rivera se encuentra ya en su domicilio madrileño, donde continuará su recuperación, al haber recibido ayer el alta médica en la clínica del Rosario de Albacete, tras la cornada que recibió el pasado lunes en la plaza de esta capital. Su restablecimiento será ahora responsabilidad del cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas, doctor García Padrós, quien salvara la vida de su apoderado y tío, Curro Vázquez, en más de una ocasión, tras recibir severas cornadas.
Simultáneamente, Cayetano ha dado a conocer que da por terminada su temporada en España por este año, lo que ha creado un inmediato debate entre la afición, al ser el cuarto matador de toros que toma esta decisión, tras Sebastián Castella, Enrique Ponce y José María Manzanares.
Algunos sectores de opinión taurinos no están convencidos de que estas decisiones respondan en todos los casos exclusivamente a motivos de salud, y creen que pueden suponer, además, una buena excusa para eludir el durísimo frente de batalla en que se convirtió la temporada taurina a partir de la imprevista reaparición de José Tomás y el alto nivel de exigencia que impuso a sus rivales. Manzanares sufre la enfermedad del dengue, según informó Efe hace unos días. La suma de cornadas recibidas por el hijo de Paquirri aconsejan un dilatado tiempo de descanso y recuperación. Enrique Ponce sufrió una lesión y ha sido anunciado en la próxima feria de Jaén. Castella sufre anemia.
Así, los tres supervivientes de la apasionante pugna en que se ha convertido el final de temporada, y que han sabido responder de forma magnífica al arreón de Tomás, El Juli, El Cid y Miguel Ángel Perera, cumplieron ayer sin más en sus toros, en la quinta corrida de feria en Logroño, con un flojo encierro de Jandilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de septiembre de 2007