Los juzgados valencianos están "operando al límite" de sus posibilidades, según denunció ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano, Juan Luis de la Rúa, en la apertura del año judicial en Valencia. Los órganos judiciales soportan una sobrecarga de trabajo que exige "un estudio profundo y serio de una nueva estructuración de la demarcación y planta judicial". El presidente del alto tribunal argumentó con datos su exigencia reiterada de que el Gobierno tome medidas: la población de la Comunidad Valenciana ha crecido un 20,2% en pocos años y es la tercera en tasa de litigios; el número de jueces por habitante está debajo de la media nacional, y la "desproporción" entre asuntos y juzgados no para de crecer.
De la Rúa también dirigió su reivindicación hacia la Generalitat, a la que pidió más inversiones, medios materiales y una previsión sobre nuevas infraestructuras. En esa línea, el presidente del TSJ reclamó, además, mayores competencias para que el Consell pueda crear juzgados.
Por su parte, el fiscal jefe del TSJ, Ricard Cabedo, apuntó que la creación de nuevas fiscalías de área y de sección territorial también implicará "aumentar los medios personales", aunque la plantilla ha pasado de 167 fiscales en 2003 a 208 a finales de este año.
El acto lo clausuró el presidente del Consell, Francisco Camps, quien coincidió con De la Rúa en que el aumento de población exige una mejor financiación de la Justicia por parte del Gobierno. Camps aseguró que ha realizado "un enorme esfuerzo" para incrementar el presupuesto de los juzgados.
En relación con su discurso, Jueces para la Democracia criticó el "victimismo" del Consell, al que exigió "mayor interés" en la modernización de la justicia valenciana, al tiempo que solicitó también más juzgados al ministerio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2007