Miles de personas acudieron ayer en Beirut al entierro del diputado Antoine Ghanem, asesinado el miércoles, junto con sus dos guardaespaldas, en un atentado con coche bomba en la capital libanesa. Ghanem, que se había refugiado en Abu Dabi ante la inestabilidad reinante en Líbano, volvió a Beirut para participar en la elección del presidente en la sesión del Parlamento prevista el día 25. El diputado era miembro de la mayoría parlamentaria, dispuesta a elegir un nuevo presidente a partir del martes, aunque sólo sea por mayoría absoluta, mientras que la oposición formada por Hezbolá y el cristiano Michel Aoun exigen que se cuente con ellos para que el presidente pueda tener el apoyo de dos tercios de la Cámara.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2007