Cuantificar la depresión, como el dolor, es una vieja aspiración de los médicos. Una onda que se produce en el lóbulo occipital del cerebro -la llamada P300- y que se corresponde con la zona que se dedica a la visión puede ser una clave para conseguir lo primero. El estudio, que se publica en las Actas Españolas de Psiquiatría, muestra que hay una relación entre el retraso y la disminución de la intensidad de esta onda y el grado de depresión.
Los autores, del departamento de Psicología y Psiquiatría médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Rafael Coullaut de Psiquiatría, hicieron el ensayo con 40 voluntarios, 21 que hicieron de grupo de control y 19 con una depresión diagnosticada. Se les sometió a diversos estímulos sensoriales (sonidos, imágenes). El resultado, tras medir la onda P300, fue que las personas con depresión responden peor a los estímulos visuales, y que ese retraso se puede medir.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de septiembre de 2007