El rechazo social a la construcción de un depósito submarino de gas y de una planta transformadora en Vinaròs (Castellón) escribió ayer un nuevo capítulo en forma de manifestación. Si, hace 20 días, el movimiento vecinal Plataforma en Defensa de las Tierras del Sènia movilizó a 5.000 personas en una caminata por los terrenos donde se alzará la instalación, ayer entre 400 y 450 vehículos circularon por la N-340 en marcha lenta entre Vinaròs y Sant Carles de la Ràpita.
La marcha partió de Alcanar (Montsià) y se dirigió hacia el sur, hacia Vinaròs. Una vez allí, giró de nuevo hacia el norte, hasta Sant Carles de la Ràpita, y de allí hacia Alcanar, donde la marcha terminó hacia la una de la tarde. Fueron tres horas en las que la calzada de la N-340 estuvo ocupada con vehículos que mostraban pancartas y carteles de rechazo a la instalación.
El portavoz de la plataforma, Joan Ferrando, explicó que este movimiento social está en una situación de "alerta activa" ante el compromiso del Ministerio de Industria de modificar el proyecto para alejar la planta transformadora de gas del núcleo de Alcanar. El proyecto actual prevé construir una instalación de 18 hectáreas de extensión para tratar el gas almacenado en el depósito submarino apenas a 1,5 kilómetros de distancia de Alcanar, en terrenos de la Comunidad Valenciana. A escasos metros, ya en territorio catalán, la zona está protegida por sus valores medioambientales.
El Gobierno catalán debatirá mañana sobre la polémica instalación. Pese a la promesa del Ministerio de Industria de modificar sustancialmente el proyecto para evitar el impacto sobre Alcanar, la plataforma vecinal continúa rechazándolo en su globalidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2007